sábado, 18 de abril de 2009

Retirar, no remover, los errores

Amigos, ¡cuántas faltas leemos en las instrucciones de los productos que compramos!
Si adquirimos un microondas, un tostador, un cosmético o una lavadora, todo trae, como debe ser, su manual de instrucciones de uso, pero eso sí, la mayoría de las veces con numerosos errores gramaticales, sobre todo, cuando el producto no es nacional y está mal traducido. Es el caso del verbo remover, traducción incorrecta del “remove” inglés.
“Remueva las pilas si no piensa utilizar el aparato” o “debe remover el empaque al recibir su mercancía”, o “esta crema facial remueve los puntos negros”.
El uso del “remove” inglés sería perfecto si las indicaciones estuvieran escritas en ese idioma, pero si lo están en nuestra lengua, hacer idéntico el “remove” inglés con el remover español no es correcto.
“To remove” significa quitar, suprimir o eliminar; pero en español se usa remover cuando «se pasa una cosa de un lugar a otro» (la estatua del Angel fue removida provisionalmente de su lugar), cuando estamos «agitando algo, dándole vueltas para que se mezclen los elementos» (la mayonesa se remueve para ligar el huevo y el aceite). Al remover un asunto también estamos «resucitándolo cuando ya estaba olvidado» (la vista del edificio en ruinas removió en él el recuerdo del terremoto) y a alguien se le remueve en su trabajo cuando se le aparta de su empleo.
Por eso, volviendo a los ejemplos del principio, las pilas y el empaque no se remueven sino que se quitan o se retiran, y los puntos negros del rostro se eliminan, se suprimen o desaparecen, pero no se remueven.
Y es que a la hora de traducir debemos buscar la palabra idónea y apropiada, sin conformarnos con lo más cómodo que no siempre es lo mejor.

Luque Maricarmen

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