miércoles, 29 de abril de 2009

La moda de abducir

Parece que se ha puesto de moda la palabra abducir, y la vemos con frecuencia en los periódicos, la mayoría de las veces con un sentido equivocado.

Porque abducir nada tiene que ver con inducir, conducir ni seducir, a pesar de su semejanza y aunque todas compartan la misma etimología en la última parte de su composición.

Y es que abducir procede directamente del verbo latino abduco, cuyo significado es retirar, separar o llevarse por la fuerza. Por eso, abducir significa en español “secuestrar”; pero el abducido no es el secuestrado por miembros de una guerrilla ni por delincuentes que pretenden conseguir dinero por el rescate, no. La abducción es el “supuesto secuestro de seres humanos, llevado a cabo por extraterrestres, con objeto de someterlos a diversos experimentos en el interior de sus naves espaciales”.

Y parece que hay numerosos testimonios de personas que afirman haber sido abducidos por individuos de otros planetas, extraterrestres o alienígenas, tanto da.

Al hilo de esta información, recuerdo la palabra ufología, vocablo de nuevo cuño, cuyo significado en español es el “simulacro de investigación científica basado en la creencia de que ciertos objetos voladores no identificados (ovnis) son naves espaciales de procedencia extraterrestre”. El término se formó a través del acrónimo inglés ufo, procedente de las iniciales de las palabras “unidentified flying object”, y equivalente a nuestro acrónimo “ovni”, formado a su vez por las letras iniciales de su significado ya mencionado, “objetos voladores no identificados”.

Pero volviendo a la palabra que nos ocupa, quiero aclarar que la abducción no sólo se refiere al mencionado secuestro, también, siguiendo su procedencia latina en el sentido de retirar o separar, dentro del ámbito de la anatomía es el “movimiento por el cual un miembro u otro órgano se aleja del plano de simetría del cuerpo humano o animal”. Y este oficio lo desempeñan los músculos abductores.

Luque Maricarmen

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