miércoles, 25 de marzo de 2009

Nombres concretos, no ambigüedades

Existe en nuestra lengua la palabra imperdible, cuyo uso poco frecuente se limita en México al del significado de “lo que no se pierde”. Sin embargo, es conveniente conocer su otro significado como sustantivo, de uso en otros lugares de habla española. El imperdible es “un alfiler que se abrocha, quedando su punta dentro de un gancho para que no pueda abrirse”.
Desde luego que el imperdible es un seguro, pero, teniendo en cuenta que seguros hay muchos, llamarlo así no especifica de qué clase de seguro se trata. Conviene, pues, darle su nombre específico, que en este caso es imperdible, para distinguirlo de otros.
Algo semejante ocurre con cremallera. La cremallera, eso que cometiendo un pochismo se ha dado en llamar zipper, es “un cierre que se aplica a una abertura longitudinal, y consiste en dos tiras de tela guarnecidas en sus orillas de pequeños dientes de metal o plástico, que se traban o destraban entre sí por medio de un cursor metálico”.
Efectivamente, la cremallera es un cierre, pero no cualquier cierre, sino uno con determinadas características.
Y es que, muchas veces, a ciertos objetos se les aplica el nombre genérico de la función que realizan, sin concretar las peculiaridades de cada uno.
Como ocurre con la palabra grifo: “esa llave de metal colocada en la boca de las cañerías y en depósitos de líquidos, para regular el paso de éstos”.
Claro que el grifo es una llave, pero llamarlo así puede conducir al error de confundirlo con otra clase de llave de las muchas que hay.
Estamos todos de acuerdo en que el imperdible es un seguro, la cremallera, un cierre y el grifo, una llave, pero hay muchas realidades distintas que responden a estas tres palabras, por lo que aplicar el nombre concreto a cada realidad evitaría ambigüedades y haría más rico el idioma al emplear mayor cantidad de vocablos.
Leía hace tiempo en un periódico que “la policía había interceptado una pelea entre dos bandas de la calle”. Pero, si interceptar es apoderarse de una cosa antes de que llegue a su destino, la policía puede interceptar un alijo de droga en la frontera antes de que entre en el país, o el jugador de un equipo de futbol puede interceptar el balón antes de que se cuele en su portería. Y también es interceptar “obstruir una vía de comunicación”, por lo que la carretera de Acapulco pudo estar interceptada por la inundaciones… pero la pelea, mejor que interceptarse, se interrumpe o se detiene.

Luque Maricamen

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