sábado, 2 de mayo de 2009

Extranjerismos

Entre los extranjerismos que con frecuencia los hablantes adoptamos sin necesidad, se oye a veces el vocablo sumarizar, que procedente del inglés “sumarize”, sustituye alegremente a nuestro resumir.
Y una cosa, amigos, es traducir el término inglés por el español resumir, y otra, usarlo en su lugar.
Sumarizar no existe en español. Para el sentido que pretende darse, nosotros tenemos resumir, compendiar y epitomar, todos con el significado de reducir a términos breves y precisos una obra o asunto, o considerar sólo lo más sustancial de ellos.
Resumen, compendio y epítome son los sustantivos correspondientes a estos verbos.
Así pues, disponiendo de estas palabras en nuestra lengua, usemos cualquiera de ellas y olvidemos el barbarismo.
Y ya metidos en faena, pongamos en tela de juicio la palabra experienciar, utilizada por algunos psicólogos (o sicólogos). Yo prefiero lo primero.
Experienciar no existe en español. En nuestro idioma, probar prácticamente las propiedades de algo; vivir, sentir o sufrir una experiencia es experimentar. Experimentar es notar en sí mismo algo, una impresión, un sentimiento; y ese sentimiento que uno experimenta es un sentimiento experiencial.
Experiencial, adjetivo recién incorporado al español, se refiere a todo lo que pasa por la experiencia.
Extranjerismos aparte, quiero comentarles algo que se refiere a la fiesta del Día de la Madre, celebración que muchas acabamos de disfrutar, como hijas o como madres.
Parece que la institución oficial de un día en homenaje a las madres surgió en Estados Unidos ante la propuesta de la congresista Anna Jarvis, en 1914.
Anna llevaba varios años poniéndose un clavel blanco y celebrando oficios religiosos todos los segundos domingos del mes de mayo, en recuerdo de su mamá.
Su propuesta fue aceptada, y a partir de entonces muchos países lo celebran en esa fecha, otros el primer domingo de mayo y en otros, como México, es el 10 de mayo cuando las madres recibimos nuestro homenaje, gracias, no a la reivindicación de una madre, sino al amor de una hija.
Aunque con retraso, felicidades a todas las mamás.

Luque Maricarmen

2 comentarios:

Unknown dijo...

Trabajando constantemente con traducciones me doy cuenta de que el español, con toda su 'vastidad', en ocasiones es insuficiente para expresar un concepto, por ejemplo, la palabra filiación sería la traducción correcta para la palabra 'sonship', sin embargo, no expresa tan gran significado, mas 'hijidad' no existe, ¡Se escucharía mal! Por ejemplo, 'Experimentar' suena a un método científico mas que a una experiencia humana que puede aun ser contraria a un experimento científico. Si, el mundo de la información esta cambiando el idioma, la gente dice 'chatear' a pesar de que tenemos el término correcto: 'charlar', o mi 'email', en lugar de mi correo electrónico, por ser mas breve y preciso. Me parece que es tiempo que la Real Academia Española haga las pases con el inglés :)

Juan G.Q. dijo...

Mi comentario versa sobre lo comentado más arriba y es que la interacción entre dos lenguas aplicada a plasmar una idea o pensamiento es inviable y la recomendación del opinante respecto de "hacer LAS PASES (de magia) con el inglés" que debería intentar nuestra Academia de la Lengua, serían inútiles para convalidar esos barbarismos que nunca conseguirán HACER LAS PACES con los sufridos bien hablantes del Español.