miércoles, 1 de julio de 2009

Refranes

En la búsqueda de algo entretenido que contarles, me encontré con varios refranes cuyas historias me parecieron curiosas. Hoy se las cuento para que, como yo, las disfruten.
“Vive de la sopa boba” el que lleva una vida holgazana y subsiste a expensas de otros. El refrán tiene su fundamento en lo que antiguamente se conocía como “sopa boba”, la comida que en los conventos repartían entre los pobres.
Buena parte de los estudiantes, sobre todo los que estudiaban letras, se mantenían con la sopa boba que les daban en las porterías de esos conventos, donde acudían a tomarla a las doce del mediodía, junto a los mendigos.
Y “sopistas” les llamaban a estos pobres estudiantes que seguían su carrera literaria sin otros recursos que la caridad ajena.
Se dice que un niño “hace pucheros” cuando con gestos anuncia un llanto inminente. Parece ser que la expresión viene del tiempo de los romanos, hace siglos, entre los que era costumbre, al besar a un niño, tomarle por las orejas como quien sujeta un puchero por las asas.
No es de extrañar que ante semejante caricia, el niño pasara directamente del puchero al llanto.
Interesante es la historia del “zapatero, a tus zapatos”, refrán que aconseja no juzgar de lo que no se entiende.
Cuentan que uno de los más ilustres pintores griegos de la Antigüedad, Apeles, solía colocar sus cuadros en la plaza pública para escuchar, escondido, las críticas que de ellos hacía la gente.
Un día pasó un zapatero y observando la hechura de una sandalia que llevaba el modelo en un retrato, la censuró duramente. Apeles admitió su error y lo corrigió. Pero al día siguiente, el zapatero, al ver corregido el defecto por él señalado, se puso a criticar otros aspectos del cuadro. Fue entonces cuando Apeles salió de su escondite, e irritado ante la insolencia del zapatero por entrometerse donde no le correspondía, le dijo escuetamente: “zapatero, a tus zapatos”, expresando claramente que cada uno... a lo suyo.

Luque Maricarmen

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