domingo, 12 de julio de 2009

La libertad

La palabra libertad, y todo lo que ella encierra, da mucho de sí; mucho en el aspecto filosófico, social, político y en el personal. Pero también en el lingüístico. Vean.
Nos llegó directamente del vocablo latino “libertas” y como libertad la venimos usando a lo largo de siglos.
De la mano de esta palabra fueron surgiendo otras relacionadas con ella, etimológica o semánticamente, es decir, por su raíz o por su significado. Es importante precisar la diferencia entre ellas, pues su semejanza confunde muchas veces. Sucedió con los verbos liberar y liberalizar.
En una revista de amplia difusión se leía: “Ahora los hijos se liberalizan procurando separarse del modelo de comportamiento de los padres”.
Liberalizar es un verbo de claras connotaciones políticas o sociales; consiste en hacer liberal algo o a alguien en el ámbito social o político. Es, además, un verbo transitivo, por lo que uno mismo no se liberaliza, siempre hay alguien que lo liberaliza. Sin embargo, uno mismo sí se libera, cuando se desprende de una obligación o atadura; y también puede liberar a otro, cuando se le exime de esa obligación o compromiso.
La frase en cuestión, estaría mejor expresada si dijera que ahora los hijos se liberan de patrones establecidos, procurando separarse del modelo de comportamiento de los padres.
De la misma familia semántica son: liberalismo, la actitud que propugna la libertad y la tolerancia en las relaciones humanas. Y en el ámbito político, es la doctrina que defiende las libertades y la iniciativa individual, limitando la intervención de los poderes públicos en la vida social, económica y cultural. Es liberal el que practica esta doctrina.
Pero también liberal es un adjetivo que se aplica al que es generoso y desprendido, al que practica la liberalidad, que es una virtud que consiste en dar generosamente sin esperar recompensa.
Emparentado con libertad está libertinaje, uso desenfrenado y abusivo de la libertad; su partidario es el libertino.
El adjetivo libertario se aplica al que defiende la libertad absoluta y la supresión de todo gobierno y ley. El liberto era el esclavo al que se le dio la libertad.
Y finalmente, dos gentilicios relacionados con la palabra son: liberteño, natural de La Libertad, provincia del Perú y libertadense, nacido en La Libertad, de El Salvador.

Luque Maricarmen

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