domingo, 12 de julio de 2009

Las impropiedades léxicas

Cometer impropiedades léxicas, es decir, usar indebidamente palabras en nuestro lenguaje hablado o escrito con significados inadecuados a lo que tratamos de expresar es algo de lo que nadie está a salvo. Pero cuando estas impropiedades las cometen los medios de comunicación es más grave porque son los que van marcando la pauta o el modelo de cómo se habla o escribe.
Posiblemente hayan visto escrita, como yo, la frase: “La política gubernamental fue valorada negativamente por la oposición”.
El significado de valorar es “reconocer, estimar o apreciar el valor o mérito de alguien o algo”; y el mérito nunca es negativo, por lo que nada puede ser apreciado negativamente. Para eso está el verbo evaluar que es eso, señalar, estimar o calcular el valor de algo. Y así se evalúan los méritos del aspirante a un trabajo, o la política de un partido.
Sin olvidar que para determinar el precio de una cosa, sí es apropiado el uso de valorar o valuar. Y que tanto el verbo evaluar como valuar se acentúan como actuar.
Las palabras que corresponden a la acción o efecto de estos verbos son: valoración o avalúo, de valorar; evaluación, de evaluar y valuación, de valuar.
Y termino señalando la diferencia de uso que se hace en el lenguaje habitual entre las palabras pelo y vello; mientras el primero hace referencia al que cubre la cabeza humana, llamado también cabello, y al de la barba masculina, el vello se refiere al pelo más corto y suave que sale en algunas partes del cuerpo humano. También se llama vello a la pelusa de que están cubiertas algunas frutas o plantas.
Nada que ver con lo bello, referente a la belleza. Obviamente.
Algún día les pasaré expresiones que el habla popular ha ido formando con la palabra pelo. Grosso modo, es decir, más o menos, unas cincuenta.

Luque Maricarmen

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